El miércoles 10 asistimos a una nítida expresión de los cambios en la situación política al entrar a escena la docencia como actor de peso en la clase trabajadora. La burocracia Celeste de CTERA tuvo que llamar al primer paro nacional contra el gobierno del Frente de Todos. El que fue un parazo, con la docencia retomando las calles en varias provincias. ¿Cómo seguirla?
Escribe: Francisco Torres
La conducción kirchnerista de CTERA sumó casi 3 años sin llamar a un paro nacional ni a una medida para apoyar, unir y que triunfen las luchas provinciales. El último fue al finalizar Macri, en noviembre de 2019. Este fue el primero a Alberto, Cristina, Massa y el FMI, pese a que vienen ajustando duro, con aval de la derecha retrógrada.
Baradel, Alesso y CTERA: 1.006 días de frenar la lucha
Esta medida que paralizó las aulas de Argentina y pobló calles y plazas, la impuso una docencia sublevada, junto a trabajadores estatales y de la salud, en casi medio país. Con un parazo enorme, que buscamos hacer activo, reclamando que sea el inicio de un plan de lucha.
Esta burocracia aliada al gobierno, desde la coqueta sede porteña de CTERA, decidió archivar la lucha durante 1.006 días; desde el 2019 hasta este miércoles 10. Expresando un contrasentido histórico, se trata de los mismos 33 meses o 1.003 días que se sostuvo la Carpa Blanca en Congreso.
Entonces se reclamó a dos presidencias, las de Menem y De la Rúa, un aumento salarial y presupuestario. Así surgió el Incentivo (FONID) y la ley de Financiamiento Educativo. Pero estos años fue al revés: se tomaron 1.006 días para no luchar contra el gobierno del Frente de Todos. El fortísimo proceso de bases y luchas provinciales obligó a la burocracia a llamar al paro. La Celeste podrá querer darse una pátina de lucha, pero el conflicto les pasa por encima y no logran frenarlo.
Con este parazo se materializó un cambio que veníamos anunciando, en un nuevo momento o fase ascendente de luchas que no se veía de antes de la pandemia. Al volver a escena a un potente batallón con más de 1.4 millones docentes que siempre estuvo a la cabeza de las luchas, tanto en Argentina como en Latinoamérica.
Autoconvocatorias: La avanzada que detonó el nuevo momento y corona en paro
Las autoconvocatorias fueron la avanzada, seguidas con atención en todas las escuelas. Primero fue el categórico triunfo del sanjuaninazo docente, que retroalimentó el proceso autoconvocado y un nuevo riojanazo, con 50 días de paro ininterrumpido. Fueron la bisagra de este proceso que definimos como nacional y así se evidenció con este paro total.
La rebelión en San Juan había dejado mal parada a la burocracia local y de CTERA. Se jugaron al desgaste, pero el conflicto les pasó por encima, recreó la autoconvocatoria de 2021 y la potenció. Con un ejercicio de democracia directa que nos puso en un rol destacado entre las y los delegados que emergieron en esa masiva revuelta, la que ahora se reactiva.
Ese fue el chispazo que encendió la actual oleada de luchas y contagió a medio país. El combustible que hace arder la caldera es el ajuste nacional que los gobernadores ejecutan para cumplir al FMI. A fin de junio hubo una marcha en San Luis, pero tras el receso invernal, la llama se extendió a 11 provincias.
Así la bronca fue ardiendo en Santa Fe, Mendoza, Chubut, La Rioja, Santa Cruz, Chaco, Neuquén, Río Negro, Tierra del Fuego y Formosa. Más Capital, con Ademys que paró este miércoles 10 y votó también parar el 17 y movilizar a Plaza de Mayo con el Sindicalismo Combativo y la izquierda.
Habíamos dicho que el proceso no estallaba nacionalmente por el rol de Baradel y SUTEBA, aliado a Kicillof. Cosa que el parazo bonaerense del día 10 comprobó, al resolver esa contradicción a favor del activismo docente. Aunque la mayoría de la Multicolor negara esa dinámica de luchas, cometiendo un nuevo y garrafal error, que llevó a no jugar ningún papel para desbordar a la burocracia.
Pero como la bronca se sentía en las escuelas, más allá de esa tibieza Multicolor, el parazo recorrió la geografía provincial. Arrancado a Baradel, el SUTEBA y la FEB, permitió levantar a este gigante de casi el 40% de la docencia nacional, en el segundo y más extendido sistema educativo de toda América Latina.
Presión, desborde, democracia de bases y determinación para luchar
La burocracia intentará darse un barniz con una lucha que no es suya. Pero la presión, el desborde, las autoconvocatorias, los procesos asamblearios y la determinación de parar con quien convoque, es lo que suma. Y expresa la ruptura con los gobiernos, en particular del Frente de Todos y las burocracias cómplices.
Una nueva realidad de luchas, con irrupción y participación de la docencia que se expande. Y tiene como característica la democracia de bases, canalizando la bronca que se acumula debido a una crisis educativa de décadas por las políticas de gobiernos burgueses que limitan la escuela a su papel de contención, de aquello que el sistema capitalista no contiene. Lo que agravaron con la desinversión por dos ciclos escolares en la pandemia y con su “nueva normalidad” que resultó peor.
Así se incubó una gran determinación a jugársela, a decir “es ahora o nunca” como en San Juan, pero también en La Rioja y otros distritos. Esa disposición a pelear a fondo, con notorio protagonismo de jóvenes activistas que se postulan, ganan la calle y deciden, puede empalmar con la experiencia de agrupaciones de izquierda, pero a condición de interpretar el contenido profundo del proceso y actuar en consecuencia.
A la vanguardia y no a la retranca. Como pasó con la lista Multicolor que quedó por detrás de la burocracia, al no llegar a pronunciarse para exigir el paro nacional hasta que logramos consensuar una declaración cuando la Celeste ya había convocado. Se actúa de forma conservadora, como deudos de la burocracia, negándose a ver que hay mucha vida fuera de los “cuerpos orgánicos” y las seccionales retenidas. Las que no se juegan para abonar el proceso, intentar unificarlo y coordinar acciones, ya que está demostrado que había condiciones de jugar un rol.
El desubique de quienes dicen “dirigir” en la Multicolor se puede explicar por no tener inserción ni reflejar o reconocer lo que es vanguardia en este ascenso: las masivas autoconvocatorias que pasaron la prueba con su nivel de organización y práctica democrática. Para poner contra las cuerdas a sus gobernadores e interpelar al gobierno de Alberto y Cristina.
También a los sindicalistas traidores que quedan de espectadores de luchas que intentan frenar y no pueden para salvar su pellejo y prebendas. A su vez, debemos registrar un nuevo actor a combatir: la derecha que se referencia en Milei y promueve desafiliaciones, ataca la organización y los debates políticos para no cuestionar las bases capitalistas en educación.
La Celeste buscó poner el centro en la criminalización de la protesta, ante la condena a un dirigente Celeste como Goodman en Chubut. Una condena que rechazamos como lista Multicolor en esa declaración tardía. Lo mismo que detuvieran a dirigentes por cortar calles en Mendoza; la amenaza de sacar la personería a ADOSAC en Santa Cruz; o descontar días, lanzar aprietes y sumarios en La Rioja o Neuquén.
La Celeste quiso así esconder la responsabilidad de Alberto, Cristina y Massa en mantener salarios de pobreza junto a los gobernadores y un presupuesto educativo apenas en el 5% del PBI. Por eso no convocaron a movilizar. En ese sentido, desde Alternativa Docente, peleamos por marchar el 10 a Plaza de Mayo, en unidad con los movimientos sociales.
El 17, con el Sindicalismo Combativo y la izquierda
También exigimos asambleas y plenarios para votar seguirla con un plan de lucha nacional. Donde rechazacemos ir a la marcha trucha con la CGT y la CTA Yasky que apoyan al gobierno. Y votar marchar el miércoles 17 a Plaza de Mayo y en el país, con el Sindicalismo Combativo, la Unidad Piquetera y el Frente de Izquierda Unidad.
Para lograr un salario igual a la canasta familiar y un presupuesto educativo al 10% del PBI. Plata hay si se desconoce la deuda trucha, junto a un verdadero impuesto progresivo a las riquezas y se eliminan los subsidios a la enseñanza privada.
Además de rechazar, entre otros reclamos, la imposición de las 5 horas en Primaria, exigiendo un Congreso Pedagógico o Educativo Nacional donde sean les docentes, estudiantes y familias quienes definamos las transformaciones educativas. En la lucha porque se vayan todos con un nuevo Argentinazo y elecciones a Constituyente donde el pueblo trabajador pueda decidir cómo refundar el país y la educación sobre nuevas bases.