A quienes apoyamos al pueblo bolivariano de Venezuela en su lucha antiimperialista, el presente no deja de provocarnos tristeza e indignación. Tristeza por la evidencia de las conquistas sociales que se pierden, por la crisis económica que golpea la vida de millones, por la perspectiva incierta que la derecha política aprovecha para sus fines antipopulares que repudiamos. Indignación por ver a funcionarios de gobierno abandonar el rumbo del proyecto bolivariano, por verlos hablar de socialismo envueltos en riquezas conseguidas al amparo del negocio petrolero, por el irrespeto burocrático hacia opiniones de las bases críticas que dan la vida por este proceso y hoy viven en medio de la desilusión con un proyecto de evidente fracaso, un modelo rentista y burocrático en alianza con sectores del gran capital.
Además de tristeza e indignación, como militantes también tenemos confianza en la fuerza de ese pueblo, que de su seno puede forjar una nueva referencia política alternativa al PSUV y opuesta a la MUD. De ahí nuestro apoyo al “chavismo crítico” y a la corriente Marea Socialista, que con coraje marca una propuesta a la izquierda, por un rumbo anticapitalista, urgente y necesario.
Mientras la derecha política quiere avanzar aprovechando el derrumbe inocultable de un gobierno que perdió apoyo social, Marea Socialista dice sobre el debate abierto: “El Referendo Revocatorio es un derecho constitucional. Como explicaba el presidente Chávez cuando aceptó el desafió en 2004 y lanzó la batalla de Santa Inés. Se trata de evaluar la gestión del gobierno. Es un mecanismo democrático que a mitad de periodo devuelve la soberanía al poder originario para que sea el pueblo el que decida si sus gobernantes están cumpliendo con lo prometido o con las expectativas de la población que los eligió. Y en ese sentido lo defendemos como uno de los mecanismos más participativos de nuestra Constitución. Por lo mismo rechazamos todo tipo de persecución o amedrentamiento hacia los ciudadanos que decidan apoyar la iniciativa…
Las denuncias de un golpe en proceso, realizadas por el Ministro de Defensa y jefe de las FANB, General Padrino López, igual que las del diputado Cabello, con fecha fija inclusive, golpe que debe ser conjurado y evitado, no justifican limitación alguna de los derechos democráticos…
Queremos señalar que la cúpula de la MUD recurre a la utilización de este derecho, luego de buscar todo tipo de caminos no democráticos y conspirativos para cumplir un objetivo que, de hecho, fue anunciado el día de la asunción de la nueva Asamblea Nacional como meta superior incluso, a la solución de la grave crisis por la que atravesamos: Salir de Maduro como sea. La práctica demagógica de esta cúpula se puede ver cuando no clarifica los mecanismos para convocar al referendo y cuando miente en las colas de las firmas, anunciando que así se resolverán la escasez y la inflación. Creando la falsa ilusión de una solución automática de los problemas de nuestro pueblo por el simple hecho de firmar”.
Los últimos días el gobierno avanzó en dictar el estado de excepción, hablando contra algunas empresas. Detrás del discurso hay un intentó de recortar derechos democráticos a la población mientras la crisis económica continuará. En esta situación, bien valen las palabras de Marea Socialista: “Si la dirección del PSUV y el gobierno ha tratado con sordera, maltrato, soberbia y desprecio a nuestro pueblo, algo similar sucede con la dirección política de la MUD. Concentradas en conservar unos o en recuperar los otros, el control político y económico sobre el país, ambas cúpulas no han mostrado iniciativas consistentes con la solución de los problemas que sufre el pueblo que vive de su trabajo…Dispuestos a enfrentar la falsa polarización en la que estas cúpulas pretenden atrapar a la sociedad toda, es que hacemos un llamado a la construcción de una nueva referencia política… A los que viven de su trabajo, a los jóvenes cansados de la manipulación, a los que están asqueados de la corrupción y el maltrato de las elites. A los que no soportan la trama de silencio, miedo y falsa polarización que se pretende imponer sobre toda la sociedad. A todos ellos los llamamos a construir una nueva referencia, plural, democrática y solidaria”.
Carlos Solimán
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