Mientras se debate el Presupuesto Nacional 2017, Vidal postergó la presentación del bonaerense para esperar lo que allí se apruebe.
Aunque se sabe que buscan una pauta salarial del 17%, un fuerte endeudamiento para cubrir un déficit alto y un supuesto “crecimiento”, cuando sigue la recesión.
En la provincia, mientras se destina el 2,7% del presupuesto a políticas sociales y menos del 7% a Salud, aumenta el pago de intereses de la deuda, lo que absorbe un 8% del presupuesto. Más que Salud y casi 3 veces que Desarrollo Social y Niñez. Vidal demora también la Ley Impositiva 2017 y el nuevo revalúo de tierras urbanas y rurales que, dicen, podría superar el 1.000%.
Hace falta una política presupuestaria y tributaria opuesta a la de Vidal y el PRO, que tuvo el voto del PJ-FPV, el GEN, PS y el massismo. Poner impuestos a los “dueños” de la provincia; reclamar a Macri los fondos de coparticipación que la provincia no recibe y suspender los pagos de una deuda “pública” fraudulenta.
Así habrá recursos para reabrir la paritaria salarial, aumentar las jubilaciones y planes sociales, así como las partidas para salud, educación, infraestructura, justicia, desarrollo social, niñez, el Astillero, pasar a planta más de 15.000 cargos, terminar con la precarización en el empleo y la tercerización de servicios.
Por eso luchan los profesionales de la salud en CICOP y los judiciales de la AJB. También ATE debió volver a las medidas, después de negarse a la Marcha Federal y tras casi 2 meses del último paro nacional. En docentes la Celeste quiso poner cierto freno al negarse a unificar con los estatales el 14. Pero el ajuste oficial y la bronca de abajo pudieron más: CTERA debió llamar a otro paro el 27. Vamos a hacerlo masivo.
Francisco Torres