Escribimos estas líneas en la mañana del sábado 25 de junio luego de las jornadas de mayor enfrentamiento en las calles de Quito, y donde las masivas movilizaciones continúan multiplicandose por toda la ciudad y diferentes regiones del interior del país aunque con menor intensidad en la clave ciudad de Guayaquil. La brutal represión de parte del Gobierno de Guillermo Lasso es la única respuesta a 13 días desde el ínicio de las protestas, originalmente motorizadas por el encarecimiento de la vida en general y de los combustibles en particular. Al día de hoy se profundiza la crisis politica e institucional sin que por el momento parezca haber canales de negociación que satisfagan los reclamos de las organizaciones sociales liderados por CONAIE. Por el contrario, la respuesta del Gobierno de Lasso no ha hecho mas que incentivar el proceso de lucha; a modo de ejemplo, pese al condicionamiento que quisieron imponer diciendo que para iniciar cualquier diálogo es indispensable el retiro de las comunidades llegadas a Quito, solo lograron que nuevos contingentes se acerquen a la ciudad.
Escribe: Alberto Giovanelli
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y otras organizaciones sociales que lideran las movilizaciones contra el gobierno, agregaron a los 10 puntos exigidos en sus demandas y que detallamos en artículos anteriores, una nueva condición que la realidad de la lucha les fue imponiendo: FUERA LASSO. Es que no hay posibilidad alguna que de la mano del gobierno entreguista y dependiente del FMI puedan aportarse soluciones ni siquiera parciales a las necesidades populares.
Por estas horas además, un grupo de congresistas vinculados al correísmo obligaron a la convocatoria de un pleno extraordinario para la tarde de hoy sábado para que la Asamblea Nacional trate la aplicación del artículo 130 de la Constitución Nacional que obligaría a la renuncia de Lasso y la disolución de la propia Asamblea para convocar a nuevas elecciones. Este es el proceso que se denomina de «muerte cruzada» en el que caen todos, el ejecutivo y los representantes de la Asamblea Nacional. Este llamado sacó a la luz también, como anticipamos en otros artículos, la existencia de dos tendencias internas dentro de la CONAIE y su brazo político Pachakutic, ya que sus propios representantes se dividieron entre los que responden a Jaime Vargas (anterior presidente de la CONAIE) que se manifestaron a favor de sostener a Lasso y los que responden a Leonidas Iza que apoyan la medida destituyente propuesta desde el correísmo.
Negociaciones
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Leonidas Iza, en la multitudinaria Asamblea que se realizó en la tarde del viernes en la Casa de la Cultura ha exigido el fin del estado de excepción, como condición para que se retome el diálogo entre el Ejecutivo y los líderes indígenas. Asimismo, Iza reclama que la Policía se retire del tradicional parque El Arbolito, –donde las se concentraron las protestas de octubre de 2019– para que las organizaciones movilizadas puedan debatir «procedimientos para la atención de sus demandas». Una nueva ofensiva sobre los manifestantes de parte de la Policia en el propio Parque el Arbolito fue la respuesta del gobierno, lo que inició un proceso de fuertes enfrentamientos por la tarde y hasta la noche de ayer, que se fueron extendiendo a distintas zonas de la ciudad con la participación masiva de los habitantes de los barrios que se suman a las protestas junto a las delegaciones que llegaron desde las zonas rurales del interior del país.
Este alzamiento popular, que como dijimos, en un punto es la continuidad de las protestas masivas que se realizaron en octurbe de 2019, cuando el gobierno de Lenín Moreno trató de imponer medidas de ajuste muy similares a las de Lasso. Hace tres años el pueblo ecuatoriano logró obligar al gobierno a cancelar los recortes, sin embargo, en ese entonces ya se había tomado el congreso y se obligó al gobierno central a mover sus oficinas de la capital Quito a Guayaquil, además de que las consignas ya habían evolucionado de cancelar los recortes a la caída completa del gobierno. La insurrección popular había logrado un gran avance y la caída de Moreno parecía cuestión de tiempo. Ante ese escenario la CONAIE decidió aceptar el diálogo con Moreno y rechazó la exigencia popular que pedía la cabeza del presidente. Una tendencia similar vemos actualmente. Lasso está cada vez más acorralado y ha comenzado a dejar de ser confiable para el propio establishment que vé que están en riesgo sus privilegios y ganancias, por eso también les urge encontrar una salida a la crisis. Como ejemplo de ello, los propios medios de comunicación siempre voceros de la burguesía ecuatoriana, empiezan a deslizar que no verían con malos ojos la salida «institu-cional» que propone el Correísmo que intenta canalizar y controlar por la vía electoral el proceso de movilización.
En esta descripción no podemos obviar que la CONAIE es un referente sumamente importante en la huelga actual y su dirección indiscutida, por eso entendemos que es indispensable no solamente acompañar, apoyar y profundizar este proceso al mismo tiempo que es nuestra obligación advertir acerca de las cavilasiones y retrocesos que sus líderes han aplicado en el pasado. La tendencia hacia una negociación desmovilizadora siempre acompañada por el oportunismo del correísmo, constituyen los elementos que se han combinado en el 2019 para detener el proceso y que hoy son nuevamente un riesgo que debemos enfrentar.
Desde la Liga Internacional Socialista reiteramos el apoyo al paro nacional que se lleva a a cabo y nuestras secciones nacionales en diferentes países han comenzado a participar de las primeras acciones frente a las embajadas ecuatorianas en el exterior y denunciar ante los organismos de DDHH las violaciones que comete el gobierno de Lasso que han costado la vida a 6 manifestantes hasta el día de hoy. También bregamos incansablemente para que la CONAIE, las organizaciones sociales, los trabajadores, los estudiantes debatan como continuar la pelea para derrotar a Lasso y comencemos a discutir como instaurar un gobierno de los trabajadores que se rija bajo el control de asambleas masivas democráticas del tipo de las que se desarrollan en la Casa de la Cultura y el Parque el Arbolito. Allí reside nuestro poder y por eso advertimos que no hay posibilidades de crecimiento dentro de los marcos reformistas que proponen los oportunistas que quieren maquillar al capitalismo. Desde la LIS continuaremos insistiendo y redoblaremos la apuesta para la formación de una alternativa revolucionaria que contribuya a la formación de un gobierno de los que nunca gobernaron, los trabajadores, los campesinos, las poblaciones indígenas, los estudiantes, un gobierno de los de abajo.
. ¡Viva la huelga nacional
indefinida de Ecuador!
. ¡Abajo Guillermo Lasso!
. ¡Por un Ecuador socialista gobernado por los trabajadores, indígenas y campesinos pobres!