Extracto del informe de Alejandro Bodart al Congreso del MST
Se está produciendo un cambio, por la vía de los hechos, que es el fin del Movimiento Proyecto Sur. Una experiencia tan importante que termina merece un balance, para sacar las conclusiones y definir la continuidad de nuestra política. El Congreso va a tener que definir una serie de cuestiones, tanto en relación a Movimiento Proyecto Sur, como la política de acuerdos para las próximas elecciones. Estas elecciones son legislativas, por lo que tiene un peso la realidad de cada lugar, pero la política por distrito tiene que tener una coherencia con el planteo más global.
Las elecciones en un país convulsionado
Hay un fuerte desgaste del gobierno. El país ha entrado en un tobogán donde lo que predomina es la crisis. Es posible que entremos en una recesión. Recesión con inflación puede ser un cóctel. Se van millones al exterior y se sigue pagando deuda externa.
La salida para ellos es el ajuste. El gobierno terceriza el ajuste hacia las provincias.
Todavía no estamos en una situación de crack, pero las cosas van para ese lado. Incluso por la situación mundial, ni Brasil ni China están en condiciones de motorizar la economía argentina. (…)
El gobierno se enfrenta casi todos los meses a un problema político. Estuvo el aniversario de la masacre de Once; las inundaciones, que arrancaron contra Macri, pero al otro día llegaron a La Plata; las denuncias de corrupción. No tienen iniciativas para salir de esta coyuntura. Lo de la reforma en la justicia, que tiene como objetivo garantizarse mayor impunidad, generó más rechazo. Acá tenemos un debate con la derecha que defiende la justicia actual.(…)
Por eso el tema de la re-reelección hoy lo vemos difícil, aunque no se puede asegurar nada porque la oposición es muy floja. Pero los K no van a salir bien de las elecciones.
Hay respuesta social. No se pueden minimizar las acciones de masas que se han hecho. Más allá de que algunas hayan sido confusas, como la del 18A. Que se vea a los Kirchner como autoritarios es utilizado por la burguesía para tratar de ordenar a la oposición. La campaña «únanse todos», el debate sobre el republica-nismo, que tienen gran impulso de los medios tiene que ver con eso. Allí nos encontró el debate sobre Carrió (…)
Todos los oficialismos están mal. Macri no está bien en la Ciudad. De la Sota, en las encuestas, parece que puede sacar bastante menos votos que en la última elección. Hay que ver en las otras provincias.
Por eso entre el gobierno y la oposición queda un gran espacio (…)
Si la tendencia de la oposición es hacia unirse, como hoy salió Binner a decir que se uniría con Macri, el espacio se va a abrir mucho más. Si el frente de Pino-Carrió termina incluyendo a los radicales también abrirá más espacio.
Por estos debates el FAP está dividido en la Capital. En la Provincia, Stolbizer y el PS están peleando por unirse con los radicales, y eso incluso plantea posibilidades de división. No es sólo Movimiento Proyecto Sur, también el FAP se divide.
Táctica y estrategia
Toda táctica tiene que tener relación con la estrategia. La nuestra es construir una fuerte organización revolucionaria que dispute en algún momento el poder. Lo de Carrió era una cuestión que nos alejaba de esa estrategia, ya que estaba completamente identificada con posiciones más de derecha. Y siempre hay relación entre el programa y los candidatos. Se puede firmar cualquier programa, pero si el candidato dice otra cosa, eso es lo que prima.
Pino sí expresaba un programa más emancipador. A medida que pasa el tiempo se va imponiendo el programa de Lilita; esa es la dinámica (…)
Nosotros ingresamos en Proyecto Sur con el objetivo de explorar si se desarrollaba un nuevo movimiento, donde nosotros barajamos ser una corriente interna. Nosotros apostamos a una confluencia más allá de lo electoral. La bajada de Pino de la candidatura presidencial en su momento y ahora la alianza con Carrió terminan con ese proceso(…)
No renegamos de la experiencia con Proyecto Sur. El partido hizo una experiencia extraordinaria y se fortaleció. Hay otro sector de la izquierda que sólo quiere responder a los planteos de una vanguardia. Nosotros creemos que hay que seguir buscando responder a las necesidades del movimiento de masas, de que surja algo nuevo. Apostamos a un movimiento político emancipador, que tenga peso electoral, pero también relación entre votos y militantes.
Por eso proponemos seguir en la misma línea y aprovechar la ubicación que tenemos para seguir peleando por eso. El cambio de Pino deja un vacío y tenemos posibilidad de pelear por ocuparlo.
Vamos por nuevas unidades
Que los compañeros de UP no hayan aceptado el acuerdo con los radicales ni con Carrió en la Capital es bueno. Hay que ver qué pasa en Provincia de Buenos Aires, si se concreta el acuerdo con parte del FAP y la UCR.
Han surgido otros fenómenos. En Chubut se consolida el FUS donde hasta pide entrar el ARI, con quienes no tenemos problemas ya que no expresan lo mismo que Carrió. En Entre Ríos hay debates para lograr una unidad. En Neuquén se dio el FPS. En Tucumán, Alternativa Popular. En Capital hay que explorar con los compañeros de Buenos Aires Para Todos /UP si se logra un acuerdo que nos integre a todos en la representación real que tenemos; por ejemplo Lozano senador y nosotros tener el primer lugar a diputado nacional. Esa propuesta tendría mucha fuerza para disputar. Si se logra, incluso se puede avanzar en un movimiento político que vaya más allá y pueda ser una nueva referencia en el país.
Le proponemos al Congreso pelear por estas propuestas y lograr todas las unidades que podamos. Sin UCR, ni PJ, ni personajes de la vieja política. Donde todos tengan una representación coherente con su ubicación en la realidad.
Puede darse que no se logre y vayamos solos. No es nuestra política ir solos, pero si no se dan las propuestas que venimos peleando lo haremos para seguir sembrando y haciendo visible los referentes del partido en todo el país.
Resolución del Congreso Nacional del MST ante las próximas elecciones
Reafirmamos la necesidad de enfrentar en las luchas y también en el plano político-electoral a los gobiernos y viejos partidos que aplican medidas de ajuste y entrega contra las mayorías populares. La inflación, los bajos salarios, las inundaciones, la corrupción, la crisis del transporte, el saqueo de los recursos naturales, la deuda externa, la falta de justicia, la represión y otros males tienen responsables políticos: el gobierno nacional de CFK y los gobiernos provinciales del PJ, los que integra la UCR y el de Macri en la Ciudad de Buenos Aires.
Ante el avance de la crisis capitalista en el país y las medidas antipopulares de los gobernantes, cada vez más y más trabajadores, jóvenes, sectores medios, artistas e intelectuales y vecinos están hartos de esas viejas expresiones y anhelan el surgimiento de un nuevo proyecto alternativo tanto al kirchnerismo como a todas las variantes de derecha; una nueva alternativa política que se plantee cambios de fondo, emancipatorios y hacia otro modelo de país.
En los últimos años, desde el MST integramos el Movimiento Proyecto Sur junto a Pino Solanas y otros compañeros. Pero lamentablemente Pino decidió cerrar un acuerdo electoral con Elisa Carrió, quien no comparte el programa ni el perfil que veníamos levantando. Este acuerdo es un importante error político que abandona aquel proyecto transformador. Más allá de las intenciones, es un corrimiento objetivo hacia posturas de centroderecha que sólo ponen el eje en la corrupción, pero omiten el grueso de los problemas estructurales y las medidas de fondo para resolverlos.
Una vez más, rechazamos los intentos desesperados de juntar por juntar, de reeditar alianzas con sectores de la vieja política que ya fracasaron y llevaron a grandes frustraciones. El acuerdo con Carrió, incluida su posible confluencia con la UCR, son expresiones del pasado que nada nuevo tienen para ofrecer y no pueden jugar ningún rol progresivo en función de los cambios profundos y emancipadores que necesita el pueblo argentino.
En la Ciudad de Buenos Aires y en cada provincia es preciso poner en pie alternativas electorales cuya composición y candidatos expresen el perfil y el programa que hacen falta. Entre ellas, defender el salario, el empleo y el 82% móvil, defender la salud, la educación y todo lo público; recuperar los recursos estratégicos, democratizar de verdad la justicia, revertir las privatizaciones y reestatizar los servicios con control social, gravar la renta financiera, y otras medidas para que la crisis la paguen el imperialismo y los grandes grupos. Por eso queremos avanzar con todas las fuerzas populares, verdaderamente progresistas y de izquierda que se planteen estos objetivos en un marco unitario. A la vez, bregamos para que esos frentes trasciendan el plano electoral y se transformen en verdaderos movimientos con vocación de poder.
Por estas consideraciones políticas, este Congreso Nacional resuelve:
1. Rechazar el acuerdo que hizo Pino Solanas con Elisa Carrió, reafirmando a la vez que las banderas centrales que dieron origen al movimiento mantienen plena vigencia. Somos coherentes: no cambiamos nuestro proyecto ni programa por alguna mera especulación electoralista sin perspectivas. Por el contrario, seguimos defendiendo un proyecto realmente transformador y por eso no acompañamos esta decisión política que disuelve al Movimiento Proyecto Sur y abandona la necesidad de una alternativa que luche por cambios de fondo.
2. En la Ciudad de Buenos Aires, resolvemos reagrupar y trabajar en unidad con todos los dirigentes, comuneros, ambientalistas, intelectuales, trabajadores y jóvenes militantes que provenimos del Movimiento Proyecto Sur y disentimos con la alianza Pino-Carrió para encarar juntos un nuevo proyecto que sea continuidad del que veníamos construyendo.
3. A partir de esa instancia, llamamos también a otros espacios como Buenos Aires Para Todos, Marea Popular, el Partido Social, el PCR-PTP, el FIT y demás fuerzas que quieran compartir un rumbo unitario a construir un frente electoral que levante un proyecto emancipatorio e integre sus listas con los mejores referentes de cada fuerza, reflejando su peso real. Para fortalecer esta propuesta proponemos las candidaturas de los compañeros Alejandro Bodart a diputado nacional y de Sergio García a legislador.
4. En la Provincia de Buenos Aires, convocamos a confluir en un amplio frente electoral para enfrentar a Scioli, al kicrhnerismo, a De Narváez y también a la UCR, que ya gobernó y con quien no es posible construir nada progresivo. El frente que hace falta se puede constituir entre todas las fuerzas que, desde el FAP hasta la izquierda, estemos dispuestos a integrarlo. Como aporte a esa construcción unitaria, proponemos la candidatura de la compañera Vilma Ripoll a diputada por la Provincia.
5. En el mismo sentido, el MST participará de la batalla electoral en la gran mayoría de las provincias, con candidatos propios en nuestras listas o en los frentes que ya integramos o estamos construyendo. Convocamos a los trabajadores, los jóvenes y los sectores populares a que se sumen a esta construcción transformadora, emancipatoria y de izquierda, que en todo el país le va a dar pelea a los gobiernos y los viejos partidos.
Movimiento Socialista de los Trabajadores, Buenos Aires, 11 de mayo de 2013